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lunes, junio 20, 2011

Océanos podrían enfrentar mayor desastre ambiental de últimos 50 millones de años

Se están dando las mismas condiciones que se presentaron en todas las extinciones en masa de la historia, según un grupo de científicos.
Madrid (EFE). Los océanos del mundo corren el riesgo de entrar en una fase de extinción de especies marinas sin precedentes en la historia de la humanidad, solo comparable a la hecatombe que hace 55 millones de años provocó la desaparición del 50% de los peces de aguas profundas.
Un estudio de expertos internacionales, cuyo resumen se ha presentado hoy en la red como primicia mundial, sostiene que “existen sólidas pruebas científicas” de que en los océanos se están dando las mismas condiciones presentes “en todas las extinciones en masa a lo largo de la historia de la Tierra”, cinco en los últimos 600 millones de años.
El documento, “Taller 2011 de expertos internacionales sobre el sistema terrestre: efectos y presiones sobre los océanos” será presentado en Nueva York durante la reunión anual del UNICPOLOS (United Nations Informal Consultative Process on Oceans and the Law of the Sea), convocada este martes por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Los expertos señalan que “podrían haberse dado ya los primeros pasos hacia una extinción de importancia mundial”, cuyo detonante ha sido el incremento de las emisiones antropogénicas de CO2.
CAUSAS
El informe identifica niveles de asimilación de carbono mayores ahora que durante la última extinción en masa de especies marinas (hace 55 millones de años) y recuerdan que un único incidente de decoloración de corales, en 1998, causó la muerte del 16% de los arrecifes de coral en los trópicos de todo el mundo.
El resumen del estudio, en el que participaron hasta 27 investigadores especializados en el medio marino, identifica la sobreexplotación, la contaminación, el calentamiento de las aguas, su acidificación y la falta de oxígeno, en algunos casos hasta su total desaparición (anoxia), como los factores que anuncian la catástrofe.
La información también denuncia la presencia de sustancias ignífugas y almizcles sintéticos asociados a los detergentes que se acoplan a las partículas plásticas que ya se conoce ingiere la fauna marina, introduciéndolas en la cadena trófica humana.
Estos residuos hacen de transporte artificial para las colonias de algas que proliferan peligrosamente, también por el exceso de CO2, asfixiando zonas enteras de los mares, conocidas ya como “zonas muertas”, en las que se interrumpe el ciclo de vida natural.
“NO PODRÁN RECUPERARSE”
El grupo, reunido el pasado mes de abril en la Universidad de Oxford, Inglaterra, coincidió en que, sometidos a múltiples ataques, “los océanos y sus ecosistemas no podrán recuperarse”.
El encuentro, convocado por el Programa Internacional sobre el Estado de los Océanos (IPSO), subraya que “las conclusiones son estremecedoras” y que el “efecto acumulativo” de las agresiones multiplica las predicciones conocidas de las mismas acciones de forma individual.
El aumento del nivel del mar, el deshielo de las capas polares antárticas y de Groenlandia, la liberación de metano del subsuelo marino influyen ya en la redistribución y abundancia de las especies marinas hasta el punto que, de evolucionar como hasta ahora, el mar ya no será la fuente de riquezas de la que se nutre la especie humana.
Los cambios de corrientes y las temperaturas de las aguas perturban además las redes marinas de alimentación que favorecen la proliferación de plancton y organismos gelatinosos de poco valor nutritivo.
MEDIDAS A TOMAR
Entre las recomendaciones, el documento propone la adopción “urgente” y supranacional de mejores medidas de gobernanza de las zonas de altamar, la mayor masa oceánica del planeta “en gran medida desprotegida”.
Y aunque se reconoce que se cuenta ya con la tecnología para dar solución a los problemas identificados, “los valores vigentes en la sociedad actual impiden que se afronten con eficacia”.
Hay que detener de forma inmediata la emisión de CO2, evitar la sobrepesca, crear áreas protegidas, detener la contaminación marina, vigilar cables submarinos y conductos de gas y petróleo, los vertidos de aguas servidas y adoptar el “principio de prevención”.
Además del IPSO, en la elaboración del estudio participa la WCPA (World Comission on Protected Areas) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), ambas redes mundiales con cerca de 2.500 organismos miembros, gubernamentales y no gubernamentales, y presencia en 140 países

Descubren una de las más grandes explosiones espaciales registradas

Causa pudo ser la caída de una estrella del tamaño del Sol en un agujero negro un millón de veces mayor, lo que generó ´una cantidad tremenda de energía, señalan los investigadores.
La colisión de una estrella y un enorme agujero negro ha desatado una de las mayores y más brillantes explosiones espaciales jamás registradas, cuyo destello viajó a 3.800 millones de años luz hasta llegar a la Tierra.

Así lo indica un estudio publicado por la revista Science y en el que han colaborado científicos españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto de Astrofísica de Andalucía.

Los científicos investigaban el origen de un haz de rayos gamma que fue observado el pasado 28 de marzo desde el satélite Swift de la NASA, un fenómeno que bautizaron como Sw 1644+57.

En un principio, pensaron que podía tratarse de un estallido de rayos gamma, pero la persistencia de la luminosidad, que en esos fenómenos suele disiparse rápidamente, y el hecho de que se reactivara tres veces en apenas 48 horas llevó a los investigadores a buscar otra hipótesis.

"Era algo totalmente diferente que cualquier explosión que hubiéramos visto antes", dijo en un comunicado Joshua Bloom, científico de la Universidad de Berkeley (California) y uno de los autores principales del estudio.

Bloom sugirió que la causa podía haber sido la caída de una estrella del tamaño del Sol en un agujero negro un millón de veces mayor, lo que generó "una cantidad tremenda de energía a lo largo de mucho tiempo", en un fenómeno "que aún persiste dos meses y medio después".

"Eso se debe a que el agujero negro desgarra la estrella, su masa gira en espiral como el agua que entra en un desagüe, y este proceso libera muchísima energía", explicó el investigador.

Alrededor del 10 por ciento de la masa de esas estrella se convirtió en energía irradiada como rayos X y gamma, que podían verse desde la Tierra porque el haz de luz apuntaba hacia la Vía Láctea, indica el estudio.

Al repasar el historial de explosiones en la constelación Draco, donde fue observado el fenómeno, los científicos determinaron que se trata de un acontecimiento "excepcional", dado que no encontraron indicios de otras emisiones de rayos X o gamma.

Lo más fascinante, según Bloom, es que el fenómeno comenzara en un agujero negro en reposo, que no estaba atrayendo materia, como lo están casi todos los que se encuentran en el centro de cada galaxia.

"Esto podría pasar en nuestra propia galaxia, donde hay un agujero negro que vive en quietud en el centro, y que borbotea ocasionalmente, cuando traga un poco de gas", aseguró.

No obstante, Bloom subrayó que le sorprendería ver otro fenómeno similar en el cielo "en la próxima década".

La explosión es algo "nunca visto" hasta ahora en la longitud de onda de los rayos gamma, por lo que lo más probable es que sólo se produzcan "una vez cada 100 millones de años, en cualquier galaxia", calculó.

El estudio estima que las emisiones de rayos gamma, que comenzaron el 24 o 25 de marzo en una galaxia no identificada a unos 3.800 millones de años luz, se disiparán "a lo largo del próximo año".

"Creemos que este fenómeno se detectó en su momento de mayor brillo, y si realmente se trata de una estrella destruida por un agujero negro masivo, predecimos que nunca volverá a ocurrir en esa galaxia", aseveró Bloom.
EFE

Advierten que el Ártico se quedará sin hielo en verano en 2018

Científicos sostienen que el deshielo del Ártico contribuye al aumento de los niveles del mar, pues provoca un cambia en el balance global de calor de los océanos.
Para el 2018 la masa de hielo permanente del Ártico se habrá perdido completamente durante los veranos polares, afirmó a Efe el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (CSIC) de España, Carlos Duarte.

Según el científico, así lo muestran las últimas estimaciones de 2009 y 2010 de los modelos sobre el cambio climático.

"Hasta el año 2006 los modelos indicaban que a finales del siglo XXI es decir, en el año 2100, seguiría habiendo en verano en torno a dos o cuatro millones de kilómetros cuadrados de hielo en el Ártico", explicó.

Sin embargo, "a partir del año 2006 se han venido constatando mínimos históricos sucesivos de exención de hielo, es decir la pérdida de hielo se ha acelerado notablemente", explicó Duarte para añadir que las estimaciones más recientes 2009 y 2010 están ya anticipando un Ártico libre de hielo para el año 2018.

El científico español coordina la Expedición Malaspina de España que llegó a Cartagena de Indias el pasado 12 de junio tras finalizar la sexta etapa de su vuelta al mundo.

En contra de lo que se creía, Duarte sostiene que el deshielo del Ártico sí contribuye al aumento de los niveles del mar, pues provoca un cambia en el balance global de calor de los océanos.

"Aproximadamente la mitad del aumento del nivel mar que está teniendo lugar por efecto del cambio climático tiene que ver con lo que llamamos la expansión térmica, o sea tiene que ver con el hecho de que un océano más cálido es menos denso y ocupa para la misma masa de agua mayor volumen, y esa es una de las fuerzas que impulsa el aumento", explicó.

Según Duarte, la desaparición de la capa de hielo ártica influirá en el calentamiento general del océano debido a que la radiación solar, que antes era reflejada por los hielos polares, ahora entra directamente al mar y éste se calienta poniendo en peligro las placas de hielo vecinas, en especial la de Groenlandia.

"La preocupación está en la gran placa de hielo de Groenlandia que tiene más de mil metros de espesor (...) hasta el punto de que ya se considera de que se va a fundir irremediablemente", indicó el investigador español.

Consideró que esta pérdida de hielo en Groenlandia "hará aumentar el nivel del mar cerca de siete metros globalmente", lo que va a causar "erosión de costas en todas las zonas costeras del planeta".

Citó como ejemplo a Cartagena de Indias, "una ciudad cuyo litoral está siendo muy castigado por la erosión costera y en buena medida debido también al aumento del nivel del mar", aseguró Duarte.

Asimismo, el científico cree que la licuefacción del ártico es imparable "porque es un proceso no lineal que se va acelerando a sí mismo, y una vez se pone en marcha es muy difícil detenerlo".

La única forma de frenar ya ese proceso, dijo, "sería enfriar el Ártico, y el Ártico es una de las zonas que se está calentando más rápidamente con una tasa de 0,4 grados por década, 3 veces mayor a la tasa promedio de la Tierra".

Duarte zarpa este domingo a bordo del buque Hespérides hacia Cartagena (España), en el último tramo de la Expedición Malaspina, el proyecto de investigación de los mares más ambicioso auspiciado por el gobierno español y que reunió a unos 400 científicos de diferentes nacionalidades y disciplinas.  
EFE